Otro nuevo y excitante día nos espera, porque por fin llegaremos a Jerusalén. Volvemos a madrugar (05h30) para poder hacer todo lo que tenemos previsto, y a las 07h00 estábamos saliendo del hotel. Menos mal que los desayunos son consistentes y nos ayudan a coger fuerzas.
Para empezar, como todos los días, una reflexión del P. Stevie. Su optimismo es contagioso y sus comentarios muy acertados, es un gran compañero de viaje. Después, Wasef nos va explicando la ciudad, a medida que la vamos recorriendo de camino al Monte Nebo, intercalando la explicación de los edificios de la ciudad con la de la idiosincrasia del pueblo jordano, sobre la que resalta la buena convivencia y el respeto entre las diferentes religiones. Una anécdota que nos contó: en pleno Ramadán, una joven cristiana encendió un cigarrillo en plena calle, y de un coche bajó otro cristiano para "abroncarla" porque, si los musulmanes no podían fumar hasta la puesta de sol, ella debía ser solidaria y no hacerlo tampoco, al menos en público.
El Monte Nebo es el lugar donde Dios mostró a Moisés la Tierra Prometida, tierra que él no llegaría a pisar. En días claros, desde allí se ve el Río Jordán, el Mar Muerto, Jericó y Jerusalén. El recinto abre a las 08h00, y ahí estábamos nosotros, los primeros para entrar.
Hacía un frío nivel "Moncayo". Menos mal que somos "Hijos del Cierzo" y lo aguantamos, pero... ¡qué frío! |
En esta plancha de piedra se indica qué se encuentra en cada dirección. |
La iglesia tiene unos mosaicos impresionantes |
A continuación salimos hacia la frontera para cruzar a Israel por el Puente King Hussein (o Allenby, dependiendo de en qué lado te encuentres...). Los trámites nos llevaron casi una hora y media.
Nos recogen Marcelo y Eli, y nos dirigimos a Jericó, la ciudad más antigua del mundo. Desde un mirador, la vista es espectacular. Y en un negocio local, aprovechamos para aprovisionarnos de dátiles, que hemos probado previamente. ¡Deliciosos!
Y nos acercamos al Sicómoro al que se subió Zaqueo para
poder ver a Jesús. Dicen las Escrituras:
"Habiendo
entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que
era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quien era Jesús, pero no podía a
causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se
subió a un sicómoro para verle, pues iba pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a
aquel sitio, alzando la vista le dijo: "Zaqueo, baja pronto; porque
conviene que hoy me quede en tu casa". Se apresuró a bajar y le recibió
con alegría. Al verlo todos murmuraban diciendo: "ha ido a hospedarse a
casa de un pecador". Zaqueo puesto en pié, dijo al Señor: "Daré la
mitad de mis bines a los pobres; y si en algo defraudé a alguien le devolveré
el cuádruplo". Jesús le dijo: " Hoy ha llegado la salvación a esta
casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del Hombre ha venido
a buscar y salvar lo que estaba perdido."
El tráfico en Jericó, como en todas las ciudades palestinas, es intenso y caótico, con unos típicos taxis amarillos.
Seguimos nuestra ruta y llegamos a Jerusalén, pero aún no había llegado el momento de pisarla. Dirigimos nuestros pasos a Belén, donde nació Jesús, "donde todo empezó...". Allí nos espera Amal, nuestra guía durante esta jornada, cristiana como nosotros, que nos iba a llevar por los lugares más interesantes.
Nos dirigimos al Restaurante Nissan, negocio de una familia cristiana, donde damos cuenta de un buen buffet, y pasamos después a su tienda de belenes. Lo que vimos allí no se puede explicar con palabras. Artesanía 100%, todo hecho a mano en su taller del piso de abajo, que no pudimos ver por ser domingo (¿hemos comentado que son cristianos y, como tales, descansan el domingo?)
Un trabajo delicadísimo |
Seguimos al Campo de los Pastores, lugar donde el ángel anunció la Buena Nueva.
Y, ¡qué sorpresa! Allí vive el P. José María, sacerdote franciscano de Samper de Calanda y con amigos comunes con gente de nuestro grupo. EL Padre José María nos permite celebrar la misa, que teníamos prevista para las 16h00 en la Iglesia de la Natividad, en la gruta de los pastores, lo que nos optimiza mucho la tarde.
Hoy es el primer Domingo de Adviento, tiempo de alegría y celebración. ¿Qué mejor forma de celebrarlo en el lugar donde el ángel anunció semejante noticia?
Cada casulla que le prestan al P. Stevie es más bonita que la anterior |
Entrada al lugar del Nacimiento. |
No ponemos fotos porque lo tenemos grabado en vídeo. Pronto estará disponible...
Estatua de San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín |
San Jorge, patrón del lugar |
Nos hemos ido a Jerusalén, al Hotel Caesar, nuestra morada para las próximas cuatro noches (¡qué ganas de deshacer, por fin, la maleta!). Después de registrarnos en el hotel y cenar en un buen buffet, hemos realizado la visita nocturna a Jerusalén.
Comenzamos en la zona gubernamental, donde encontramos, frente al Parlamento, una magnífica Menorá.
Las vistas de la ciudad sobre un cerro son magníficas de noche
Hemos brindado por nuestro viaje |
Entrando a la Ciudad Antigua por una de sus puertas |
Foto de grupo delante del Muro de los Lamentos (en inglés, "Western Wall) |
En nuestro recorrido, también hemos visitado la Basílica de la Agonía en el Huerto de los Olivos (Getsemaní) |
Y ya nos retiramos, agotados pero felices. Estamos en Jerusalén, y van a ser unos días muy intensos y emotivos. ¿Queréis seguir acompañándonos? ¡Hacedlo con vuestros comentarios!
Qué bonito, me tiene tan enganchada el blog que se me hace corto cada día ;)
ResponderEliminar