DÍA 7 - 28 DE NOVIEMBRE - EXPLANADA DE LAS MEZQUITAS, EL MURO, MUSEOS Y EIN KAREN

¡Qué gusto da no tener que mover más las maletas!

Nuestro hotel está en una zona ortodoxa, bien comunicado con la muralla de la Ciudad Vieja. En nuestro camino encontramos muchos judíos ortodoxos que, según nos ha explicado Marcelo, se dedican en cuerpo y alma al estudio de la Torá, siendo la esposa la que trabaja para mantener a la familia.

Nuestro día comienza, después de la preceptiva reflexión del P. Stevie, con el traslado a la Puerta de los Desperdicios, el mejor lugar para acceder a la Explanada de las Mezquitas previo paso de un par de controles de seguridad. Pero, como la susodicha Puerta no es bonita, os dejamos una foto de la Puerta de Damasco, que sí merece la pena verla, aunque con el sol de frente la foto no es muy buena. Si la buscáis en Google, veréis un montón de fotos más interesantes de la Puerta.

Una vez dentro de la Explanada, las sensaciones son tremendas. No ponemos fotos de los controles porque no se les puede fotografiar. La extensión de la Explanada es equivalente a 14 campos de fútbol.

En la Explanada están la Cúpula de la Roca (cúpula dorada) y la Mezquita de Al-Aqsa (cúpula negra).

La Cúpula de la Roca

Seguimos con las fotos de grupo ;)

Tras recorrer la Explanada, nos dirigimos hacia el Muro a través de la zona árabe. La mayoría de los comercios aún no han abierto.

Como la Explanada se ubica en el lugar del Segundo Templo, el acceso al Muro es súper rápido. Tan sólo nos demora.... sí, lo habéis adivinado: ¡un nuevo control de seguridad!

Aunque ya habíamos estado en el Muro de noche, la visita de día es totalmente diferente. Y además, los lunes, miércoles y sábados son días de celebrar el "Bar Mitzvah", o paso de la adolescencia a la edad adulta de un joven, a los 13 años. A partir de ese momento, el joven pasa a ser responsable de sus actos.

Las mujeres del grupo han coincidido con un Bar Mitzvah, les ha resultado muy emocionante y han podido participar en el rito, lanzándole al joven caramelos previamente repartidos por las hermanas del muchacho.

Las fotos a continuación son del ala de los varones.

Un grupo reunido en la explanada del Muro, cantando canciones

Eli nos ha recogido con el bus para llevarnos al Museo Yad Vashem, institución oficial israelí constituido en memoria de las víctimas del Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial.

Marcelo nos ha llevado al Memorial de los Niños. Nos ha contado que durante el Holocausto se exterminó a 6 millones de judíos, de los que 1,5 millones eran niños.

Varios miembros del grupo no hemos podido retener las lágrimas. Un auténtico horror. Si se nos despista un hijo o nieto en un supermercado y nos ponemos histéricos, ¿cómo se habrán sentido las familias de esos niños al separarse de ellos, en la certeza de que iban a ser asesinados?

¿De verdad somos los seres humanos capaces de semejante barbarie? Y, lo que es peor... Si ha sucedido una vez, ¿quién nos asegura que no volverá a suceder?

Recuerdo del niño Uziel, cuya familia colaboró en sufragar la creación del Memorial

Dentro del Memorial, gracias a un juego de luces refractarias, los puntos de luz se multiplican, creando un ambiente sobrecogedor, mientras una locución va nombrando, con su edad y su nacionalidad, al millón y medio de niños exterminados. Nos ha explicado Marcelo que cada nombre tarda cuatro años en volver a ser repetido. ¿Podéis imaginarlo? Cuatro años enumerando víctimas infantiles del Holocausto sin repetir los nombres...

La página oficial del Memorial es http://www.yadvashem.org/yv/es/

Cada luz simboliza el alma de un niño

Y también hemos visitado la Sala del Recuerdo, donde encontramos los nombres de los 22 campos de exterminio, con una llama perpetua recordando a los seis millones de víctimas.

Siguiendo con nuestro programa, nos hemos dirigido al Museo de Israel, para visitar la maqueta de la ciudad de Jerusalén en tiempos del Segundo Templo, y el Santuario del Libro, donde se encuentran los Manuscritos del Mar Muerto, de la secta de los Esenios (los "Hijos de la Luz").

Viendo la maqueta de la ciudad, uno entiende lo fácil que era que un niño se perdiera en el Templo. ¡Qué cosa más grande, por Dios!

Foto de grupo. ¿Os hacéis una idea de las proporciones del Templo con respecto a la ciudad?

Delante de la cúpula blanca, que simboliza a los Esenios ("Hijos de la Luz"), bajo la que se custodian los Manuscritos

La comida estaba prevista en el Hotel Notre Dame de Jerusalén, del Instituto Pontificio, dependiente del Vaticano. El hotel es precioso, y hemos comido muy bien.

Tiene, como no podría ser de otra forma, su propia capilla, y es digna de verse

La tienda de regalos del hotel ("Gift Shop")

Después de comer, y con un sopor provocado por la comida y el calorcito que estamos disfrutando, nos hemos ido a Ein Karen, el pueblo natal de San Juan Bautista. En la fuente del pueblo se encontraron la Virgen María y su prima Isabel, y los PP. Franciscanos construyeron la Iglesia de la Visitación en conmemoración del encuentro.

La Fuente, cuya agua no es potable, está debajo de una mezquita

La subidita tiene una pendiente importante, pero se puede llegar andando

Algunos de los miembros del grupo se han querido fotografiar junto a la estatua de las dos primas, en la que se aprecia el embarazo de ambas. María se quedó con su prima durante tres meses.

En una capilla encontramos las pinturas que nos cuentan el encuentro entre María e Isabel, a Zacarías vestido con ropajes de la casta sacerdotal, a la que pertenecía, y el cumplimiento del mandato de Herodes de asesinar a los niños recién nacidos, ocultando Isabel a su hijo Juan detrás de una piedra (que veréis en una fotografía más abajo).

Y aquí veis el "Magnificat", la oración atribuida a la Virgen María, en castellano. En el recinto se encuentra el Magnificat en un montón de idiomas.

Hemos celebrado la misa en la iglesia principal del recinto. El P. Stevie nos ha hecho una misa muy bonita.

La casulla que le han proporcionado era muy bonita (como todas las que ha utilizado)

 

Por último, y también en Ein Karen, hemos visitado la iglesia de San Juan Bautista, donde encontramos, también en un montón de idiomas, el "Benedictus", oración atribuida a Zacarías, el padre de San Juan Bautista, de quien recordamos que no creyó la noticia de que iba a ser padre y como castigo quedó mudo hasta el nacimiento de Juan. Esta es la imagen de la versión en castellano.

La iglesia tiene muchísima cerámica de Talavera y varias referencias al Reino de Castilla

En la gruta, y también con una estrella, se indica el lugar de nacimiento de Juan

Eso ha sido todo por hoy. Nos hemos trasladado al hotel, para descansar unos y salir a dar una vuelta otros.

Otro día estupendo. Somos muy felices por tener la fortuna de poder disfrutar de este viaje.

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